Psicología del póker
¿Le gusta el juego mental del póker tanto como el aspecto matemático? Aprenda a manipular su imagen en la mesa, a leer los comportamientos de los demás jugadores, a mantenerse fuerte cuando sufre una mala racha y mucho más.
¿Le gusta el juego mental del póker tanto como el aspecto matemático? Aprenda a manipular su imagen en la mesa, a leer los comportamientos de los demás jugadores, a mantenerse fuerte cuando sufre una mala racha y mucho más.
Todas las decisiones que tomamos no son puramente aleatorias, sino que están profundamente arraigadas en nuestra psique y vienen dictadas por experiencias pasadas y nuestro estado de ánimo. Si estamos enfadados, felices o tristes, todo se reduce a cómo se establecen las conexiones neuronales y podemos -y debemos- explorar nuestra psique para entender mejor lo que ocurre. Esto puede ayudarnos a entender cómo tomamos las decisiones -nosotros y los demás- y a comprender cómo y por qué determinadas situaciones se desarrollan de la manera en que lo hacen.
Las aplicaciones de esto son amplias y no sólo te ayudarán en la vida diaria, sino que también puede mejorar enormemente ciertos aspectos, como tu juego de póker. Así pues, vamos a adentrarnos en el mundo de la psicología y cómo puede resultar útil.
La psicología tiene campos de estudio enteros dedicados a la psicología conductual, que es el estudio de la forma en que tomamos decisiones. Puede que pienses que todo lo que haces es fruto de tu libre albedrío, pero muchas de las cosas que haces son, al menos hasta cierto punto, predecibles.
Todas las decisiones que tomamos cumplen un determinado propósito. Algunas cosas las hacemos por miedo. Algunas cosas las hacemos para satisfacer una determinada necesidad o deseo. Algunas las hacemos simplemente para ser buenas personas y sentirnos mejor, que es esencialmente un deseo que queremos satisfacer. El número de factores que intervienen en ese proceso es demasiado amplio y numeroso para ser conocido y enumerado, pero conocer y comprender algunos factores clave puede ayudarte enormemente a entender estas decisiones y, potencialmente, a tomar una decisión más acertada.
Pero una vez que conoces tu estrategia y la aplicas, tomar decisiones es un proceso absolutamente mecánico, ¿verdad?
Pues no. No eres un robot. El hecho de que el farol sea un factor en el póker puede hacer que el juego, o más bien tu oponente, sea mucho más impredecible de lo que podría serlo una máquina.
¿Alguna vez has visto jugar a Daniel Negreanu? A veces puedes verle subir la apuesta con 9-5 y seguir con su farol hasta que sus rivales se retiran, sin darse cuenta de que les ha engañado.
Hay una razón para la expresión "meterse en la cabeza de alguien" y no tiene necesariamente nada que ver con la estrategia. Suele ser un desencadenante de la emoción del miedo a perder y de jugar con las emociones del rival.
El uso de la comprensión psicológica va mucho más allá de leer a tu oponente en la mesa.
Un hombre sabio me dijo una vez: El mundo seguirá adelante de cualquier manera, el único factor que puedes cambiar eres tú mismo.
De hecho, puedes tomar todas las decisiones correctas y aun así tener un mal día. La forma en que reaccionas ante ello es a veces más importante que la estrategia de poker que utilizaste.
¿Alguna vez te ha pasado algo así? Jugando en tu sitio favorito de póker y conseguiste la mejor mano posible en el flop. Subes la apuesta y tu oponente iguala. La carta del “turn” no trae ninguna amenaza, así que apuestas todas tus fichas. El oponente iguala y revelas tus cartas. Sólo un rey puede salvar a su oponente en este momento. ¿Y qué carta trae el river? Exactamente ese rey que queda…
¿Cómo afrontas esta situación?
¿Lo ignoras como si no hubiera pasado nada? ¿O te empeñas en recuperar tu dinero?
Es importante no dejar que un suceso como este destruya tu concentración por completo. Si lo hace, ese estado de descontrol emocional se le denomina como tilt.
Por lo general, lo mejor es tratar de sobreponerse lo antes posible. Algunas personas pueden simplemente respirar hondo y estar bien, mientras que otras pueden necesitar tomarse unos días de descanso. Algunos sienten el fuerte impulso de romper algo, y más de un ratón ha sufrido las nefastas consecuencias de un desafortunado giro de los acontecimientos.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la rapidez con la que te recuperas de sucesos como éste. Esta característica se le llama resiliencia.
Estos aspectos del póker son temas que suelen estar implícitos, pero de los que no se habla realmente.
Estas características no son necesariamente algo con lo que se nace. Algunas personas pueden tener aptitudes para ellas, pero si no las usas y practicas activamente, no mejorarán.
Es el mismo concepto que ir al gimnasio y entrenar los músculos. Cuanto más entrenes, más fáciles te resultarán los ejercicios y más pesas podrás levantar. De seguro que no irías al gimnasio y esperaría levantar 90 kilos sin ningún entrenamiento, ¿verdad? Pero, ¿esperas poder enfrentarte fácilmente a cualquier jugada desafortunada que te proponga el juego? Espero que veas la ironía en esto.
Lo bonito del póker es que siempre juegas contra otros jugadores de poker. Todos pasan por el mismo proceso de aprendizaje, y todos tienen que enfrentarse a las mismas tragedias y trampas. Eso significa que cada ventaja que tengas sobre los demás puede hacer o deshacer tu victoria.
Mucha gente piensa que la buena estrategia es lo principal en este momento.
¿Has intentado alguna vez enseñar póker a un principiante?
En las películas se ve a menudo a un protagonista que se limita a leer a la gente, diciéndoles a todos exactamente qué cartas tienen y jugando en consecuencia. Aunque algo así es pura ficción, hace una afirmación importante: Los jugadores pueden ser influenciados y las cartas que tienen no siempre importan tanto como su estado de ánimo.
Sabiendo esto, es hora de comenzar nuestro viaje por el apasionante mundo de la Psicología del Póker.