Aprende todo lo necesario de este tipo de torneos, desde el “guardar la ropa” de la Etapa A hasta el “ganarlo todo” de la G, los clasificatorios por pasos (etapas) para el EPT son un camino largo y emocionante.
En este tipo de torneos clasificatorios empiezas con jugadores teóricamente principiantes y si efectúas los movimientos correctos terminas jugando frente a frente contra los mejores jugadores del mundo en el paso G.
Un dato importante es que si quieres hacerlo bien en este tipo de torneos, debes tener un historial de cierto éxito en los torneos Sit-n-Go. Además es necesario tener una buena lectura de los diferentes ritmos y estrategias de juego que debes tener: desde la prudencia de los primeros niveles hasta el juego agresivo de los últimos.
Ascendiendo en las Etapas
En este tipo de torneos vas a subir peldaños como en una escalera hasta llegar a la cima. Gradualmente, según te vas acercando al objetivo, debes prestar atención a los requisitos necesarios para acceder a la siguiente etapa.
Cuando has conseguido tu entrada para el Paso F, debes estar atento y tomar nota sobre el juego de los especialistas. Sobre todo, ¡no te apresures!, de esta forma tendrás más oportunidades de clasificarte, solo debes elegir tus mejores momentos.
Paso 1: No pierdas tu billete
Cuando estás tratando de subir por las diferentes Etapas, el primer objetivo es no perder la opción de conseguir tu entrada para el EPT. Finalizando en el tercer o cuarto puesto, normalmente te reembolsarán el dinero equivalente a dicha Etapa, por lo que no debes volver a jugar el nivel anterior.
Si la primera vez no consigues ganar pero finalizas en tercera o cuarta posición, tienes la posibilidad de jugar otra vez en la misma Etapa, por lo que tus posibilidades de ganar y de ser afortunado aumentan.
Por tanto, tu objetivo debe ser alcanzar dicho tercer o cuarto puesto, de esta forma se multiplican tus opciones de conseguir al final el billete para el EPT.
Primeras Etapas
Evita cualquier situación en la que dependas del azar en los primeros niveles, no te la juegues lanzando una moneda al aire. Ve las apuestas en el flop de forma calmada y solo realiza pequeños faroles para poder llevarte el bote.
Recuerda que no quieres poner tus fichas en riesgo en esta parte del torneo ya que necesitas acceder a los cuatro primeros puestos en 9 de cada 10 ocasiones.
La Final Four
Ok, aquí estás entre los cuatro últimos jugadores. Ahora es cuando comienza de forma real la opción de clasificarte para un EPT, por lo que asumir riesgos “controlados” es realmente esencial.
Cuando solo quedan cuatro jugadores debes conseguir sumar fichas y no ser nunca el jugador que tenga un stack más pequeño ya que si lo eres, el resto de jugadores unirán sus fuerzas contra ti. En este momento no puedes perder tus opciones.
No es posible aprender todo lo necesario en unas pocas líneas, pero si consigues acceder al momento en el que hay tres jugadores y solo hay dos ganadores… bueno, aquí es donde yo quiero ayudarte para que puedas asegurarte la clasificación.
Vamos a ver: aparta tus manos del ratón. No hagas ningún movimiento sin haberlo pensado antes ni juegues rápido, utiliza todo el tiempo disponible cada vez que sea tu turno.
Un rápido vistazo a las matemáticas
Sois tres jugadores y solo hay dos que se clasifican. En otras palabras, tienes dos posibilidades de cada tres de conseguir el objetivo (66%).
El objetivo en este momento es aumentar todavía más las posibilidades, por lo que no debes hacer ningún movimiento que aumente el riesgo de ser eliminado de forma rápida.
¿Cómo?, ¿Una apuesta con QQ contra AK? ¡Por supuesto que no debes!
Este hecho disminuiría tus posibilidades de conseguir el objetivo desde un 66% hasta un 53%, que sería tu ventaja en la apuesta.
Si tienes, por ejemplo, una buena mano AK, ¿debes intentar sorprender a tu oponente quien pondrá all-in con JT? Tampoco es bueno porque tus posibilidades descenderían de nuevo, solo tendrías un 60% de posibilidades frente al 66% que tendrías sin la apuesta.
Con AK, todavía puedes ver otra opción, ¿apuestas contra el A2 de tu rival con tu AK? ¡Tampoco! Tus probabilidades serían las mismas, dos de cada tres conseguirías el objetivo, pero de esta forma tendrías la posibilidad de perder en dicho momento.
¿Qué hay de los Ases?
¿Qué ocurre con LA Bomba? Afortunadamente miras tus cartas y te encuentras con que tienes AA. Mejor, pero apuesta raramente. No debes olvidar que tener dos Ases no garantiza la victoria.
Dicho esto, es conveniente decir que en este caso las posibilidades de ganar son mayores, aumentarían del 66% hasta el 80%, pero debes tener en cuenta que al jugar al poker, los riesgos continúan existiendo. Tienes un 20% de opciones de perder con dos Ases.
Tu mejor movimiento es No Jugar
Cuando solo quedan tres jugadores, tu primera meta es disfrutar de la mejor opción posible… donde ¡NO JUEGAS! Este momento es aquel en el que ambos jugadores hacen all-in entre ellos y se juegan sus fichas entre ambos.
Si su pila de fichas es igual, es el único momento en el poker en el que tus posibilidades de ganar aumentan hasta el infinito. Espera todo lo que puedas, analiza la agresividad de tus oponentes y concéntrate en el verdadero objetivo.
Esta debe ser tu obsesión: aguantar vivo en el torneo hasta que los otros dos jugadores se enfrenten entre ellos. Si te centras en esta opción debes dejar pasar las otras oportunidades y así multiplicar tus posibilidades de éxito.