¿Cuál es la mano que tiene el rival?, ¿puedo aprender a leer la mente de este? Nuestro compañero Arved Klöhn ha realizado un artículo para mostrarnos que nunca podemos saber la mano exacta del rival y que, por supuesto, no podemos leer su mente.
En lugar de ello, Arved nos enseña en este artículo a responder a una pregunta mucho más importante y acertada: ¿Qué es el rango en el poker y cómo afecta enormemente a mejorar tu juego y tus resultados en las mesas?
Leer la mente es para películas de poker
¿Has visto alguna vez la película Rounders? Seguro que sí, es una excelente película, pero si no la has visto definitivamente deberías.
Hay una escena particularmente excelente en dicho film en el que el protagonista principal Michael (interpretado majestuosamente por Matt Damon) interrumpe la partida casera de su profesor para darle unos papeles.
Segundos más tarde de mirar las expresiones faciales de los jugadores que hay alrededor de la mesa es capaz de decir exactamente qué es lo que estos tienen.
Bueno, Michael es un prodigio del poker y tan solo el miembro de la KGB Teddy es capaz de frenarlo en su ascenso a la cumbre.
Y eso (leer la mente y conocer las cartas del rival) es lo que hacen los jugadores profesionales, ¿no es cierto? Leer la mente y descubrir exactamente qué es lo que tienen sus oponentes.
Todo esto está muy bien, aunque con la excepción de que no es así.
Leer la mente no funciona
Rounders es una gran película, pero de ciencia ficción y la forma en la que el protagonista es capaz de leer las manos también lo es.
Ningún jugador de poker ha nacido con el súper-poder de conocer las manos exactas de sus rivales e intentar averiguar estas no hace sino que tu juego se vea perjudicado. Vamos a echar un vistazo a un simple ejemplo y vamos a ver por qué la “lectura de la mente” realmente no funciona.
Cómo no leer las manos
Estás jugando Texas Hold’em con ciegas 1$/2$ y tienes pareja de dieces (T♥ T♠) en posición intermedia. Después de que los jugadores que te preceden hayan foldeado, abres el bote con una subida hasta 6$. Tan solo el jugador que está en el botón ve tu apuesta, por lo que al hay un bote de 15$ (tus 6$, los del botón y 3$ de los jugadores en las ciegas).
Se muestra el flop con las siguientes cartas:
Eres el primero en actuar y apuestas 12$ con tu pareja superior a las cartas de la mesa (conocido este tipo de pareja como overpair). Tu oponente sube a 40$ y a ti te quedan todavía 182$ en tu mano. ¿Qué es lo que deberías hacer?
Bueno, estamos ante una situación comprometida, eso está claro. Tenemos una buena mano y aunque no la mejor y hay un número alto de cartas que no queremos ver en el turn (una tercera carta de tréboles, así como cualquier figura).
No queremos que el rival se lleve la mano con un farol, pero tampoco buscamos perder toda nuestra pila de fichas porque el rival se lleve la mano, por lo que vamos a intentar adivinar la mano que tiene el rival. Aquí hay algunos caminos que podrían funcionar:
- El rival es muy tight, por lo que tiene trío casi con toda seguridad y está por delante.
- El oponente es muy agresivo y casi con toda seguridad tiene proyecto de color.
- El rival es un fish y tiene pareja alta (utilizando una de las cartas de la mesa).
- Estás ante un loco como oponente que probablemente tendrá tan solo As alto y lo que quiere es asustarte para echarte de la mano.
Todas estas elucubraciones pueden parecer acertadas si conoces a tu rival lo suficientemente bien, pero realmente pueden ser más que terribles incluso conociendo al rival perfectamente.
Ponlo en todas las manos al mismo tiempo
¿Qué es lo que está mal entonces con tus ideas? El problema es que intentas estimar una mano que tiene el rival.
Sí, por supuesto que él tiene una sola (y específica) mano, pero por mucho que pienses no puedes saber cuál es.
A no ser que te enseñe sus cartas no puedes estar seguro de conocer su mano de modo que, ¿cuál es la razón por la que actuamos como si tuviésemos un poder mágico para conocer esta? Simplemente no puedes adivinarla y, por tanto, ¡no debes actuar como si pudieses!
Prácticamente nunca tenemos la suficiente información para conocer exactamente las cartas del rival, de modo que hay una probabilidad razonable de que estés equivocado en tu estimación.
En caso de actuar así podrías incluso parecer tonto (y probablemente pierdas bastante dinero) si estás convencido de que tu rival tiene proyecto de color y no es así, sino que te domina con un trío.
Entonces, ¿qué es lo que tienes que hacer en lugar de adivinar la mano específica de tu rival? Es bastante simple: simplemente ponlo en todas las manos al mismo tiempo.
Esto puede sonar bastante raro e incluso difícil, pero es mucho más realista y conveniente que ponerlo en una sola mano. Ahora te mostramos cómo y por qué hacerlo.
Pongamos un poco de lógica
Vamos a ir sobre la mano anteriormente mencionada y vamos a tener en cuenta la lógica en relación a averiguar qué tiene tu oponente. Antes de su acción no teníamos ninguna idea de la mano que él tenía, por lo que cada una de las jugadas iniciales tiene las mismas opciones.
Hay 1.326 manos iniciales posibles en Texas Hold’em, pero debido a que nosotros tenemos dos cartas en nuestro poder, las opciones son 1.225. Al inicio de la mano y sin ninguna información no puedes saber de ninguna forma qué posible jugada tiene tu rival.
1.225 es un número altísimo de combinaciones a tener en cuenta, pero afortunadamente podemos eliminar muchas de ellas (realmente casi todas ellas) después de la forma de actuar del jugador.
¿Cuál ha sido la primera acción que ha realizado tu rival? Correcto, ha visto tu apuesta pre-flop, por lo que vamos a pensar con qué podría haber hecho esto.
Para mantener estas reflexiones fáciles vamos a asumir que es un jugador directo que no esconde unas nuts (mejores manos) de salida. En este caso podemos eliminar una gran cantidad de manos iniciales posibles.
Este tipo de jugador tampoco vería una subida pre-flop con manos como 7-2 o T-3. Después de su acción pre-flop podemos prácticamente estar convencidos de que tiene una de las siguientes manos: pareja pequeña, dos cartas altas o cartas conectadas del mismo palo.
Respecto a tener una pareja alta, al comentar que es un jugador directo descartamos una pareja alta ya que habría re-subido tu apuesta.
Veamos las opciones racionales
Gracias a la primera acción del rival sabemos algo de la mano del oponente. Su acción en el flop (8♣ 7♣ 2♦) nos dice todavía un poco más.
Ha subido tu apuesta post-flop y amenaza con jugar por toda la pila de fichas, por lo que vamos a echar un vistazo racional a las posibles manos que puede tener.
- Trío (8-8, 7-7 o 2-2)
- Dobles parejas (8-7 del mismo palo de mano inicial. El resto de dobles opciones las habría foldeado pre-flop)
- Una overpair (pareja superior a la carta más alta mostrada. 9-9, T-T o J-J. Con toda seguridad habría re-subido con QQ+ (Q-Q, K-K o A-A)
- Proyecto de color
- Proyecto de escalera (T-9 o 6-5 del mismo palo)
- Un farol
Con otras manos en su poder habría visto nuestra apuesta (por ejemplo con 9-8 para pareja alta) o simplemente tirado sus cartas (cualquier opción sin pareja ni proyecto de color).
Dependiendo de lo que conocemos del oponente podemos incluso ajustar un poco más las opciones sobre la mano que tiene en su poder. Al comentar que es un jugador directo, podríamos descartar un farol (hay muchas otras mejores opciones para ir de farol).
Ahora, en lugar de intentar descubrir cuál de las siguientes opciones tiene tu rival en esta situación y jugar en consecuencia con tu lectura, simplemente debes unir todas estas posibilidades e intentar jugar de la forma que mejor funcione contra la mayoría de estas opciones posibles.
Piensa en rangos
Lo que realmente hemos hecho hasta este momento ha sido establecer un rango de manos que puede tener el rival, ahora lo que debes hacer es actuar conforme a este rango.
Vamos a realizar algunos cálculos y analizar la equity para ver cómo la pareja de dieces podría actuar contra cada una de las posibles manos del rival (estamos en la mano mencionada: pareja de dieces para ti en un flop 8♣ 7♣ 2♦):
Posible mano del rival | Número de combinaciones | Tus probabilidades de ganar |
Trío | 9 | 12% |
Dobles parejas | 3 | 29% |
Overpair (9-9) | 6 | 88% |
Overpair (T-T) | 1 | 50% (bote compartido) |
Overpair (J-J) | 6 | 10% |
Proyecto de color | ~20 | 50% |
Proyecto de escalera | 4 | 60% |
Esta tabla muestra todo el rango de tu oponente en esta situación específica y nuestra equidad frente a cada una de las opciones, lo que nos ayuda a escoger la mejor forma de jugar nuestra mano.
Podemos ver que tu pareja de dieces está detrás de la mayoría de sus opciones (tríos, dobles parejas o pareja de jacks) o aproximadamente al 50% (proyectos de color o de escalera). Tan solo contra una pareja de nueves estarías por delante claramente.
Habiendo analizado esta tabla no es difícil encontrar cuál sería la mejor opción para ti: simplemente tirar tus cartas y abandonar la mano.
No es necesario saber qué es lo que tiene exactamente tu rival, es suficiente con conocer que tiene demasiadas manos en su rango con las que ganaría a tu jugada ya que incluso con semi-faroles como proyecto de color o de escalera estarías muy poco por delante.
Usando una herramienta como ProPokerTools (http://www.propokertools.com/simulations) podemos calcular las probabilidades exactas de ganar contra el rango de tu oponente.
Es un 42%. No eres el favorito para ganar esta mano y puedes dejarla marchar sin poner demasiadas fichas.
¿Por qué es importante pensar en rangos?
Hemos invertido tiempo y esfuerzo pensando en rangos de tu oponente en este simple ejemplo.
¿Es este “pensar en rangos” de verdad tan importante y es necesario invertir tiempo pensando en dichos rangos para llegar a ser un buen jugador de poker?
La respuesta es simple: SÍ, es realmente importante. Deberías empezar a trabajar en tus habilidades de lectura de rangos lo antes posible y practicar estas. Esto mejorará tu juego desde el primer momento.
Volvamos al inicio del artículo, donde intentábamos descubrir la mano exacta de tu rival. Si ponemos al rival en una mano débil (como un overpair peor que el tuyo (9-9)) querrías que todo el dinero acabase en el centro. Si por el contrario decides que tiene una gran mano (trío) prefieres evitar poner una simple ficha.
Si nuestra lectura es equivocada, nuestro juego también lo estará. Un pequeño error de lectura conlleva consecuencias desastrosas.
Esto ocurre al pensar en una mano concreta, pero no así con los rangos. Incluso si no estamos al 100% seguros del rango del rival, probablemente no estemos tan equivocados como para que esto afecte enormemente.
Olvidar alguna mano realista (para la situación en la que nos encontramos) o incluir alguna que casi con toda seguridad el rival no tendrá no cambia demasiado las opciones de ganar, por lo que tampoco afectaría mucho en tu decisión.
Podría variar el porcentaje en un 5%, pero por norma general nuestro juego no variará en demasía aunque cometamos algún error asignando un rango. Pequeños errores no conllevarán grandes consecuencias.
Al pensar en rangos básicamente intentarás encontrar la forma de jugar de forma general contra el rival. Cuantas más opciones tengas de ganar en relación al rango de tu rival, más dispuesto a invertir dinero deberías estar, mientras que cuantas menos opciones, más inclinado a mantener tus fichas contigo y sin apostar deberías estar, es así de fácil y sencillo.
Esta es la razón por la que todos los profesionales del poker piensan en rangos y la razón por la que tú también deberías hacerlo.
¿No es demasiado complicado tomar decisiones de esta forma?
Es bastante obvio que no puedes realizar todos estos análisis ni pensar en todos estos detalles en una mano, pero los buenos jugadores están muy bien entrenados en estimar el rango del oponente en segundos y en realizar cálculos de equidad contra estos.
Practicar esto fuera de las mesas es importante para aumentar su dominio. Esto te ayudará a realizar cálculos rápidos y a analizar el posible rango de forma bastante acertada, lo que por norma general será suficiente para tomar las decisiones correctas mientras juegas.
Aquí te ofrecemos algunos consejos para mejorar tu lectura de rangos:
- No es necesario tener en consideración todas las posibles manos en detalle. Con frecuencia es suficiente con saber contra cuántas manos somos realmente favoritos, contra cuántas estaríamos bastante por debajo y contra cuántas estaríamos prácticamente al 50%.
- No tienes por qué conocer las probabilidades exactas, con tener presentes una vasta idea de estas es suficiente.
- Los rangos son usualmente bastante sólidos, por lo que incluso cometiendo algunos errores en la estimación de estos, el resultado no será modificado en demasía.
- Los rangos pueden ser utilizados prácticamente para todas las decisiones a lo largo de cualquier mano. Por ejemplo en los faroles ya que si estimas que en el 60% del rango de tu oponente este no podría ver una apuesta de un tamaño decente (quizá porque tenga muchas manos muertas en su rango) esta sería una buena opción.
- Pensar en rangos requiere mucho trabajo. Los jugadores profesionales invierten muchísimo tiempo en entrenar y mejorar a la hora de estimar rangos y porcentajes para usar luego esta capacidad en las mesas.