De todos los consejos que he recibido durante mis tres años jugando al póker online, hay uno que destaca por encima de todos; tener paciencia. La paciencia es lo que formará o destrozará a los jugadores de Internet y lo que hará ganar dinero.
Frecuentemente podemos estar semanas con malas cartas, pero un buen jugador de póker sabe como superarlo. Una regla general del póker es que jugar muy por encima del límite acaba con uno rápidamente, pero jugar con impaciencia antes aun.
Los jugadores de póker profesionales son tremendamente pacientes
No se puede encontrar ningún jugador de póker impaciente debido a que el póker es un juego en el que se gana a largo plazo. Se dice que para sacar beneficio hacen falta 1.400 horas de juego. Aunque sea verdad, realmente un buen jugador de póker debería medirse mes a mes. Si se juega bien y de forma consistente, cada mes debería dar beneficios.
Habrá ocasionas en las que se tenga malas rachas y se pierda durante todo el mes. Si se empieza a perder mes tras mes, hay que preguntarse si puede que la paciencia sea el problema.
Existen dos tipos de impaciencia:
- Apostar demasiado en manos ruinosas
- Jugar demasiadas manos
Apostar demasiado en manos ruinosas
Aunque sólo se juegue con las mejores manos, también se puede ser impaciente. Puede ser que se esté poniendo demasiado dinero en manos ruinosas. Por ejemplo, se sube con reyes y hay tres que lo ven. Aparece un As en el flop pero aun así se apuesta. Alguien vuelve a subir y se sabe que se ha perdido. Los buenos jugadores saben reconocer esto. Los jugadores impacientes no sabrán reconocer que su mano está arruinada, y seguirán jugando como si tuvieran la mejor jugada.
Cuando se puja fuerte en manos buenas, nunca se quiere perder el dinero. Si no has logrado nada en un flop con un As y un Rey, no hay que volverse loco.
Jugar demasiadas manos
Puede ser que se estén jugando demasiadas manos. Contemplar la pantalla del ordenador para una sesión de ocho horas de póker puede ser aburrido. Esto causa cansancio en algunas personas y con ello aflojan su juego; es más fácil pulsar el botón de apostar que estar atento al juego.
Mi mejor consejo para combatir la fatiga y el aburrimiento que puede acompañar a algunas sesiones de póker es jugar únicamente mientras se pueda estar alerta ya que es la mejor defensa contra los jugadores nuevos. Por el contrario, uno podría perder interés en jugar un buen póker. Hay que saber retirarse o irse del casino cuando se sienta uno cansado.