En el WPT de Bratislava podemos ver cómo se acerca la burbuja de premios y Marek Blasko tiene una pila de fichas tan grande que parece un arsenal de armas con el que aterroriza al resto de jugadores.
Tan solo hay un hombre en una posición ganadora en el torneo, este es Marek Blasko, jugador al que muchos ya ven como próximo miembro del Club de Campeones del World Poker Tour.
En este momento, el ganador de un torneo del European Poker Tour Roberto Romanello es movido a la mesa de Blasko.
En los 30 minutos posteriores al cambio de mesa, Romanello había “robado” fichas y más fichas de Marek. Romanello había alcanzado una posición relativamente predominante en la mesa y tenía lo que él conoce como “chirping chips” (fichas chirriantes).
Roberto comienza a “chirriar” (hablar en demasía con un objetivo), siendo su objetivo principal Blasko.
En el siguiente nivel la masacre es ya una realidad. Romanello es capaz de crear un cortocircuito en la cabeza de Blasko y este se autodestruye.
Es tan grande el cortocircuito provocado en la cabeza de Marek Blasko que este no es capaz tan siquiera de entrar en premios.
Romanello continúa reuniendo sus aumentando sus fichas hasta que se hace con todas y lleva el torneo de ganador del WPT a su madre en Gorseinon.
Nuestro compañero de PokerListings Lee Davy conversa con Romanello para poder entender mejor qué son los “chirping chips” y cómo el arte de hablar en la mesa le dio a este el título.
Desde un punto de vista psicológico has conseguido empequeñecer y eliminar a Blasko pero, ¿de dónde viene esta habilidad mostrada?
Roberto Romanello. Creo que es importante tener en cuenta que cuando comencé a jugar al poker, siempre era entre amigos. Venían a la tienda y jugábamos detrás, después del trabajo algunos sit & go de 3 o 5 libras.
Yo siempre he sido muy descarado y liante, consiguiendo sacar a mis amigos de sus casillas y al mismo tiempo estando siempre de bromas. Debido a que jugaba con mis amigos, el juego nunca era demasiado serio, siempre había bastantes bromas y diálogos entre y durante cada mano.
Poco después, cuando comenzamos a ir a los billares, muy pronto conseguimos a 30 o 40 personas cada partida de poker jugando por un mínimo de cinco libras. De nuevo conocía a todo el mundo y debido a ello tenía mucha confianza en mí mismo.
Aprendí de forma rápida a sacar de sus casillas a la gente para quedarme con sus fichas. Cuando fui al casino por primera vez me quedé en silencio como por arte de magia. No conocía a nadie y el buy-in era de 100 libras.
Esto era como un high roller para mí. Me sentía como un jugador de poker online acudiendo por primera vez a un torneo en vivo. Estaba muy nervioso.
Termine sentado junto a un hombre llamado Mad Franco. Por aquel entonces no lo conocía, pero era ruidoso, desagradable, rudo y un poco intimidatorio. Siempre recordaré a Mad Franco, yo estaba tan callado como un ratón.
Después de un tiempo comienzas a encontrarte cómodo con estas situaciones. Empiezas a hablar con la gente y a conocerlos mejor. He estado trabajando en la tienda, donde debes comunicarte con una variedad de personas, desde los 14 años. Esto te da confianza.
¿Entonces es tu personalidad natural?
Eso mismo. Es quién soy yo, no es una imagen creada y pienso que es exactamente igual para todos los grandes “parlanchines” de las mesas.
Me refiero a gente como Daniel Negreany, Mike Matusow y Sam Grafton. Son realmente así.
Son ruidosos y habladores tanto en las mesas como fuera de ellas. No están creando un show de la nada.
¿Cuán bueno eres hablando en las mesas?
Creo que soy uno de los mejores usando la boca (en las mesas). En algunas ocasiones estoy callado y en otras hablo mucho y alto.
Ahora juego a un nivel más alto que al que acostumbraba, de modo que tengo que utilizar esta parte de mi juego con mucho cuidado.
En estos momentos mi forma de hablar en las mesas funciona con muchos jugadores, pero me he dado cuenta que no funciona siempre (ni con todos los jugadores).
¿Puedes darme un ejemplo donde no funciona?
Si estás en una mesa llena de buenos jugadores de verdad y te pones a intentar conseguir algo hablando como un charlatán, lo único que realmente harás es parecer una cotorra.
Con los buenos jugadores tienes que utilizar otras partes de tu juego como tu técnica.
¿Cómo descubres a los jugadores contra los que crees que puede ser efectivo el hablar?
Yo no los escojo, ellos me encuentran. Hay jugadores en la mesa que adoran estar de guasa y de bromas.
Si veo a alguien así en la mesa entonces lo analizo y le “busco las cosquillas”.
¿Puedes darme un ejemplo?
Toma la mano que tuve contra Ben Wilinofsky en el EPT de Campeones en el EPT7, creo. Él estaba demasiado hablador y gracioso, momento en el que empezó conmigo.
Vi con 98o en la ciega grande y flopeé “stone cold nuts” (una mano que es 100% ganadora, nadie la puede batir). Ambos pasamos. El bote es relativamente pequeño y ambos pasamos en el turn.
El river es un ladrillo y yo vuelvo a pasar. Él realiza una pequeña apuesta y yo le dije “esta es una apuesta débil”. Él dijo: “deberías subir... si apuestas 20.000 podría tirar mis cartas”, de modo que aposté 20.500.
Le dije que estaba de farol, pero que no había forma de que viese mi apuesta. Aquí tuvimos un poco de bromas y gracias entre ambos, de uno al otro y del otro al uno, hasta que finalmente vio mi apuesta.
Se puso rojo como un tomate y toda la mesa comenzó a reir. Recuerdo que Vicky Coren me dijo: “¿Cómo lo has hecho? Eres como un hechicero, como un brujo”.
¿Tu sponsor con Full Tilt ha afectado a tus modales en las mesas?, ¿Te han aconsejado sobre ello?
Nunca me han incitado a esto, incluso sé que mi personalidad fue una de las razones por las que me contrataron.
Cuando me convertí en pro de Full Tilt, no quería cruzar nunca la línea. No quería llegar a ser desagradable nunca.
Esta no es la imagen que quiero tener. Siempre he respetado a mis rivales y quiero que me respeten.
He observado que destrozas y eliminas a tus rivales, pero siempre terminas con una sacudida de manos o incluso con un abrazo.
Quiero molestar a la gente y llevarme todas sus fichas, pero de alguna forma hago que me quieran e incluso que busquen ser mis mejores amigos.
Quiero que entiendan que tiene algo de divertido y que es parte del juego. No busco crearme enemigos, me preocupa que me quieran.
No quiero que abandonen la mesa pensando que soy un estúpido porque no lo soy.
Recuerdo una partida en el Bellagio hará cinco años. Estaba utilizando el lenguaje basura y estaba ganando con él gran cantidad de fichas. La gente se reía pero al mismo tiempo sabía que estaba molestándoles ya que me estaba llevando todos los botes.
Había una mujer que jugó demasiado fuerte un bote porque estaba “vacilándole”. La desplumé completamente y me levanté para darle la mano, momento en el que ella me dijo “nunca en mi vida he tenido a nadie en la mesa molestándome tanto y poniéndome tan histérica, pero... a pesar de ello me gustas”.
Eso me hace estremecerme porque ella sabía que era un buen tipo, incluso después de haber estado molestándola todo lo posible en la mesa.
¿Has sobrepasado alguna vez la línea?
Ha habido algunas veces que he sobrepasado la línea, aunque no lo he hecho en años. Esto fue, por supuesto, antes de estar patrocinado.
Llevaré a los jugadores hasta el límite e incluso conseguiré volverlos locos, pero desde que comenzaron a patrocinarme, creo que de forma implícita está incluido que debo comportarme bien y representar positivamente a la marca.
Tus labios parece que se vuelven más sueltos cuanto mayor es tu stack.
Si miras hacia abajo y ves que tu pila de fichas es pequeña te sientes intimidado porque no tienes casi fichas.
Es lo que llamo “fichas chirriantes” (chirping chips) y el arte de hablar en las mesas puede ser realmente efectivo contra estas cuando tienes un stack grande porque puedes llevártelas todas casi sin enterarte.
Creo que puedo usar esto en mi beneficio e intento hacerlo, pero no soy un idiota. Sé cuándo puede funcionar y cuándo no.