“No conseguirás ganar esta batalla”. El preparador de Lee Davy tenía razón. Su némesis era el director general, él no era más que un sirviente.
Pero conseguía sentirse cómodo tratando con los matones, tanto como Cate Hall lo hace con los tweets racistas, sexistas o de cualquier tipo que recibe.
Esto es lo único que mi padre me enseño: “Mira, Lee. La próxima vez que un niño te diga nombres ofensivos, reviéntale la cabeza”.
Quizá sea demasiado “gladiador romano” para mi gusto, pero eso funcionó. Había sacado lo peor de mí mismo, pero no los volvería a ver de nuevo. Ellos continuaron buscando un saco de boxeo, alguien que no les devolviese los golpes.
¿Hay solo un ganador? Vamos a ver si eso es así.
El capitán de la mesa
Cuando comencé a jugar al poker, yo era siempre el Capitán, el rey de la mesa. Introducir en el juego a la gente me permitía serlo. Yo era el que tenía el único set de fichas del lugar.
Organicé el primer evento freezeout de 100£ en mi cocina. Wayne “Bill” Jenkins se llevó los 1.000£ de un torneo en el que el ganador se llevaba todo.
Como jugué en partidas mejores y más grandes, me resultó obvio que ser el Capitán de la mesa sin las habilidades para respaldar esta posición, tan solo te llevará a recibir un considerable bocado en tu presupuesto.
Necesitaba otra forma de aproximación, de modo que fui al coach para resolver cómo poder derrotar al director general.
Haz que se sienta el jefe
No intenté golpear al director general, pero sí luché con todas mis fuerzas desde la palabra y actos. Me enfrentaba a él; siempre preguntando y rechazando ceder lo más mínimo.
Mi preparador (coach) me enseñó que mi jefe percibiría todas mis acciones como una falta de respeto. El respeto y el estatus eran su primera preocupación. Este me advirtió que tenía que “regar” estas necesidades, darle a entender que tenía todo mi respeto y que él estaba por encima de todo y de todos, le hice sentirse el jefe absoluto.
Antes de esto, pensaba que primera vez que me encontrase con un “matón” así en la mesa de poker me enfadaría tanto que intentaría demostrarle quién mandaba ahí. Le ofrecería total resistencia a sus agresiones con una violenta guerra de apuestas, subidas y resubidas.
Esto podría funcionar en otros escenarios, pero no tiene sentido en una mesa de poker.
Gracias a mi experiencia y a mi coach, comencé a permitir al jugador que se sintiese el jefe, halagándolo e intentando que me viese como un compañero más que como un enemigo.
En lugar de preocuparme por su actitud y comenzar a realizar un juego agresivo con mucha varianza, conseguí que el agresor se sintiese respetado y así comenzar a tener respeto hacia mí. Entonces, de esta forma, es posible conseguir que dicho agresor se centre en otro lugar de la mesa y no en mí.
¿A todo el mundo o solo a mí?
Si sufre bullying en una mesa de poker, lo primero que tienes que preguntarte es: “¿Por qué?”.
Hay un mundo de diferencia entre alguien que intente aprovecharse de ti (y meterse contigo) porque está en posición a que lo haga porque piense que eres un pescado.
Mira a tu alrededor y observa si el agresor está forzando la situación con todos o solo lo hace contigo.
Yo ayudo a la gente a dejar el alcohol y en caso de que recaigan los insto a profundizar en las consecuencias asociadas a su consumo.
Recomiendo que graben todas estas consecuencias para que puedan analizar todos los datos, relacionarlos y encontrar posibles patrones de conducta derivados del consumo de alcohol.
Podemos adoptar el mismo acercamiento a los abusones de las mesas.
A los abusones no les gusta que les respondan
Si sientes que están abusando de ti (en la mesa de juego), comienza a grabar lo que ocurre en tu móvil. Tiempo después, comienza a analizar lo ocurrido.
Si solo es una actitud debida al juego posicional, intenta solicitar un cambio de asiento. Si es una constante, como 3betear tus aperturas y después realizar una apuesta de continuación en el 100% de las ocasiones porque foldeas, entonces debes ajustar tu juego, tu estrategia.
Además, debes tomarte un tiempo en analizar tu postura en la mesa. ¿Cuánta confianza muestras?, ¿tu actitud y pose muestran que sabes lo que estás haciendo?, ¿aparentas ser un fish?
A los “matones” no les gusta que les ofrezcan resistencia. Evitará forzar demasiado en caso de que piense que puedes responder a su agresión.
Descubre qué estás haciendo para que el “matón” piense que se puede aprovechar de ti y, posteriormente, haz que finalice su actitud agresora.
¿Qué hace que un agresor lo sea?
Todos los matones en la mesa de poker tienen una cosa en común: La agresión. Estos apostarán, subirán las apuestas y resubirán hasta que alguien les fuerce a cambiar su estrategia.
Un agresor abrirá la mano con un amplio rango de manos, además de meter barriles (en las siguientes calles) de forma habitual. Como jugador recreacional, he reaccionado a esta actitud de dos formas diferentes.
- Abandono: Llegamos al river teniendo este 72o y termino metiendo todas mis fichas con AK en un board A7Q42 en un bote 3beteado, decido abandonar.
- Voy a la guerra: Comienzo a ver sus apuestas con aire e incremento mi agresividad.
La actitud más inteligente es foldear las manos basura y ampliar el rango con el que ver las apuestas del rival.
Deja algunas trampas en tu forma de actuar e introduce una estrategia con 4bet. Sé inteligente y mantén los botes relativamente pequeños.
Muestra a tu rival que si quiere llegar al river contra ti, debe llegar con los pantalones bajados.
El peligro del call con As alto
Aquí te muestro un mal hábito que debes evitar. Debería (y deberías) evitar llegar al river para jugarme todo mi stack con as alto.
Puede que te sientas bien haciéndolo, pero no es muy inteligente. El poker, como un perro, es para toda la vida. A largo plazo, lo que cuenta son las matemáticas y las probabilidades.
Evita entrar en situaciones como esta o la varianza irá limando tu presupuesto hasta que este desaparezca completamente.
¿Qué tipo de agresor es tu rival?
Hay dos tipos de agresores.
1. Un gran jugador de poker (o al menos lo suficientemente bueno) que sabe el momento exacto en el que comenzar a aplicar la máxima presión a sus rivales.
2. Un fish híper-agresivo que se cree el rey del mundo porque en 1997 se llevó un gran bote con 63o.
Tu primer trabajo es adivinar en qué grupo se encuentra tu rival. Si este es parte del primer grupo, intenta evitar un enfrentamiento directo contra él, encuentra una forma de actuar diferente y evita la pelea.
Si es del segundo tipo, abre tu rango de ver apuestas y prepárate para alcanzar el showdown en un mayor número de ocasiones mientras intentas mantener los botes lo más pequeños posible.
Utiliza al agresor
Si el agresor es un pescado, probablemente todas sus actuaciones estén llevadas por su ego y su deseo de acción.
Utiliza esto en tu propio beneficio hablando con él de forma frecuente. Si te ves forzado a foldear en el showdown, pide al agresor que te muestre la mano.
En muchas más ocasiones de las que piensas, el agresor muckeará las manos premium, mientras que te mostrará las manos mediocres para presumir de su movimiento.
Sé más inteligente que el agresor
Yo tenía un fallo (problema) que era más grande que el mayor error posible en el mundo.
Alcanzaba el river en una de esas ridículas guerras de subidas con el agresor y terminaba viendo la apuesta, sin importar la mano final. En el fondo, estaba all-in desde el momento del inicio de la mano.
Hace ya bastante tiempo aprendí que foldear cuando no tienes la mejor mano es como enseñarle un dedo a tu oponente (exactamente el corazón).
Guárdate el dedo para ti mismo, no lo muestres, sé una buena persona. Pero no tengas miedo a tirar tus cartas. Debes hacer que el poker sea lo que realmente es: Una mano cada vez.
Si abandonas la mano con la peor jugada, es como si hubieses derrotado a tu rival en esta.
Aprendizaje desde los Estoicos
“Si estás angustiado por algo externo, el dolor no se debe a dicha cosa en sí, sino a tu estimación de esta, y tienes el poder de evitarlo en cualquier momento”.
Dudo que Marco Aurelio jugase poker, pero si lo huviese hecho, habría tenido con seguridad un buen porcentaje de ganancias.
Los matones conseguían sacar todas mis emociones fuera de mi corazón, mi ego no podía sobrellevar esto.
Necesitaba ser el macho alfa. Quería toda la comida, todas las mujeres. Quería ser el rey. (En las mesas) Quería todo el dinero.
Frustración, ira, furia, cólera. Tilt.
No es el matón el que hace que pierdas dinero, son tus pensamientos. Cambiando tu mente, cambia la realidad.
La lucha con el Jefe: La ronda final
Realmente no escuchaba a mi coach lo suficiente en lo referente a la lucha con el director general.
Tomé un camino alternativo, me aparté de su camino. Rechacé acceder a su juego, abandoné.
Mi coach estaba en lo correcto: Solo iba a haber un ganador.
¿Y si mi coach fuese Dominik Nitsche y estuviésemos hablando de poker y no de negocios?
¿Habría escuchado al tres veces ganador de un brazalete de las World Series of Poker (WSOP)? Estate atento a la segunda parte para averiguarlo.
muy buen tema sobre la parte mental donde ver la segunda parte