Tras el artículo anterior donde explicamos que hay dos tipos de apuestas y explicamos las apuestas de valor, ahora ha llegado el momento de hablar del otro tipo que existe en el poker: las apuestas de farol.
La apuesta de farol
Este tipo de apuesta es el que se realiza cuando no se hace una apuesta de valor para conseguir optimizar una mano ganadora. Esto es un farol y cuando se elije es porque no se le ofrece a la mano ninguna posibilidad de ganar al mostrar las cartas.
La única manera de ganar el bote al realizar una apuesta de farol es conseguir que el oponente tire las cartas que tiene en su poder convirtiendo así en ganadora la mano perdedora con la que se ha realizado la apuesta.
Para conseguir esto, el jugador tiene que ser capaz de realizar un movimiento que consigue echar para atrás al rival. Es necesario pensar en el tipo de manos con las que el jugador tiraría sus cartas y decidir hasta qué apuesta sería capaz de continuar en el juego. Si normalmente ve las apuestas con manos de no muy alto valor, entonces el jugador jugaría con fuego al realizar la apuesta de farol.
Si se diese con un jugador que normalmente no se retira de la apuesta y que además, al realizar la apuesta de farol, no tiene peores cartas que las propias, lo único que se conseguiría sería perder todo el dinero apostado.
Cuando se piensa en realizar una apuesta de farol hay que pensar primero si existe la posibilidad de que el oponente tenga una mano peor, aunque este hecho no se dará en la mayoría de las ocasiones.
Debido a esta situación, la única manera de ganar sería que el rival tire sus cartas, teniendo en cuenta que cuanto más lejos se haya llegado, más difícil será que esto ocurra. Un consejo general es no realizar ninguna apuesta de farol en el river, aunque sí que se puede realizar en caso de que la última carta mostrada sea conflictiva y pueda completar proyectos.
Áreas Grises
A pesar de lo mencionado anteriormente respecto a que existen dos tipos de apuestas, hay momentos en los que no se está haciendo ni una apuesta de valor ni una de farol. Es posible que la apuesta que se realice sea la conocida como apuesta de continuación, que consiste en intentar el bote de inmediato. Ni se optimiza una mano ganadora ni se apuesta sabiendo que la mano es perdedora con el único objetivo de que el oponente tire sus cartas.
La mayoría de las veces que se realiza este tipo de apuesta se hace para conseguir llevarse el bote de forma rápida y sin necesidad de arriesgar en el futuro. Un ejemplo de apuesta de continuación es el momento en el que se ha subido en el preflop y el flop no muestra cartas que puedan ayudar a ninguna de los dos jugadores. En este caso, sobre todo si el rival es pasivo, se gana la apuesta porque se lleva la iniciativa y el rival tira sus cartas.
Esta es la única situación en la que se está en la conocida área gris, mientras que el resto del tiempo, todas las apuestas realizadas pertenecen a alguno de los dos tipos de apuesta conocidos: las de valor y las de farol.
Las Razones por las que no hay más tipos de apuesta
Es común escuchar a jugadores novatos justificar sus movimientos diciendo que han realizado la apuesta para conseguir información, pero esta estrategia, como los jugadores expertos conocen, es incorrecta. Al apostar se puede conseguir información, por supuesto, pero la información solo es un complemento, nunca debe ser la razón por la que hacer una apuesta.
El objetivo final al realizar una apuesta tiene que estar claro antes de hacerla. Si no se consigue optimizar una mano ganadora o que el oponente abandone con una mano mejor que la que se tiene, siempre será una mala apuesta.
Si el jugador es capaz de eliminar las malas apuestas y se pregunta siempre antes de realizarlas “¿Por qué estoy apostando?”, finalmente hará mejores apuestas y con ello optimizará su juego y las opciones de ganar en el poker.
Si se consigue esto, el jugador, sin llegar a darse cuenta, habrá conseguido mejorar su juego de forma clara.