Nos adentramos en Georgia, tras el paso de las WSOPC, para conocer una nación que promete ser una nueva parada para jugadores de poker entre Europa y Asia.
Poker legalizado en todos sitios, baja tasa de delincuencia, Robin Hood, y el Wendy’s más grande del mundo. Así es la capital de Georgia, Tiflis, a donde PokerListings viajó para seguir en directo la prueba de la WSOP Circuit. Un evento pionero en al sur del Cáucaso pero que nos sirvió para descubrir mundo.
Descubramos algunas curiosidades acerca de esta capital europea:
1 – El Poker es legal
El poker es completamente legal en Georgia. Puedes jugar en vivo, online, o como, cuando y donde quieras. La sala de poker online más grande es Adjarabet, la cual fue la encargada de organizar la parada de las WSOPC.
Cuando se trata de calidad, sin embargo, los georgianos aún tienen deberes que hacer. El mayor problema para el poker en vivo, como les dijimos a los organizadores, es no hacer trampas debido a la “coincidencia de amigos”.
Esta costumbre está tan arraigada en Georgia y su cohesión familiar es tan fuerte, que muchas veces es casi imposible de superar. Si alguien es sorprendido haciendo este tipo de trampas, y ahora citaremos a un empleado del casino, es probable que te diga “Ya sé que no está permitido, pero ¿por qué no jugar así? Conoce a mi primo”.
2 – Los Casinos: El lado oscuro
Hay un montón de Casinos en Tiflis, incluso con máquinas para poder jugar a poker online. Partidas reales, no de las que pones el dinero y solo ves un vídeo. Puedes jugar contra oponentes reales.
Para evitar que la gente te mire las cartas y vean lo que estás haciendo, todas las cartas se muestran boca abajo y dispones de un botón para verlas cuando te sea necesario. Es como un dealer en el BlackJack.
Las mesas de poker en vivo tienen partidas de efectivo de $1/$2 en cualquier sitio. La moneda local es el Lari, pero todos los casinos aceptan dólares.
Asimismo, los Casinos de Georgia son los más oscuros del mundo, al menos la parte que está lejos de las mesas de poker. Cuando entramos por primera vez, algunos tuvimos que quitarnos nuestras gafas de sol, algunos incluso hicieron como que se las quitaban, porque realmente no llevaban.
Todo lo que se puede ver son luces intermitentes de colores y sombras de figuras, lo mismo que podrías ver en algún que otra estación de metro.
3 – Tiflis: Desafíos y Azufre
La capital de Georgia ha sido destruida unas 40 veces a lo largo de la historia, siendo una de ellas la más triste que hayas podido oír nunca. La gran característica de los Georgianos es, sin duda alguna, que siempre vuelven y recompran.
El nombre de Tiflis significa “fuente termal”. Hay una zona que huele especialmente a azufre en la ciudad, y hay un baño público que está abierto 24/7 durante todo el año.
Esto es algo que nos recuerda a la historia de Tiflis. En la Edad Media, todo el que quería entrar a la ciudad debía pasar primero por los baños. A veces incluso que esto debería ser obligación para los torneos de poker.
Curiosamente, Tiflis no fue golpeado por las plagas durante sus años de historia, al contrario que el resto de Europa.
4 – La gente de Georgia
Los georgianos son gente amigable y abierta, pero tratan de esconder muy bien su cara de mal humor en el poker.
En una de las ocasiones, le pregunté a uno de los miembros de seguridad del Casino si tenía mechero. Me miró como si se preguntara donde le iba a clavar un cuchillo, pero luego cogió su mechero de su bolsillo, sonrió y dijo “toma”.
5 – Geografía imponente
Georgia está tan metido en el Lejano Oriente que su costa del Mar Negro está en el Oeste. El país se encuentra al noreste de Turquía, aunque ellos prefieren decir al Sur de Rusia, ya que se consideran europeos.
Los habitantes suelen llamar a su país como el “Balcón de Europa”. Un apodo apropiado una vez que has visto su impresionante paisaje.
A pesar de ser un país pequeño, con tres provincias luchando por su independencia, Georgia también tiene espacio para costas, bosques, cadenas montañosas e incluso algún desierto.
6 – La delincuencia, abolida
No existe. Porque es ilegal, no. Echad un vistazo al punto de “Política” (más abajo).
7 – Política disuasoria
Cuando el Primer Ministro Saakashvili se hizo cargo del país, Georgia estaba en un estado terrible. El agua ni la electricidad funcionaba a la perfección, la corrupción y los espejos de los coches eran los regalos más populares entre la población. Hablamos de la década de los 90.
Saakashvili despidió a todos los policías, reconstruyó comisarías e instauró una nueva política de transparencia, proponiendo, además, medidas contra cualquier forma de actividad delictiva.
El guía turístico que nos llevó por la ciudad nos confirmó lo siguiente: “No hay familia en Georgia que no tenga un miembro en la cárcel”. Puede parecer cruel, pero en este caso la política disuasoria funcionó. Ahora puedes dejar tu cartera en la barra de un bar y estará ahí a la mañana siguiente. Sorprendente, pero sí, es cierto.
Ahora el país se encuentra en un proceso de mitigación de leyes, debido a que no pueden quitarle a un adolescente el tercio de su vida, ya que sería estúpido crear una generación perdida en el país. Me parece que incluso robar ciegas en el poker podría ser delito.
8 – La religión
Los Georgianos son Cristianos Ortodoxos, y si vas de visita por la ciudad de Tiflis escucharas cosas sobre sus iglesias durante el 60% del tiempo. Sin embargo, el otro 40% aún sigue haciendo que valga la pena visitarla.
A pesar de ser en su gran mayoría, cristianos, Tiflis también alberga en su ciudad la única mezquita del mundo en la que los chiíes y sunníes pueden rezar juntos… y en paz. Muchos deberían ir a Tiflis y tomar algo de conciencia.
9 – Modernismo
Se podría pensar que Georgia es un país atrasado con respecto a Europa central, ya que no hay mucho que se nos venga a la mente sobre el país.
Ellos están orgullosos de tener el Wendy’s más grande del mundo (si eso es algo que sirva de orgullo) y hay incluso una bolera que se llama “El Gran Lebowski”, que realmente es bastante curiosa.
Las señales de la calle apunan a las plazas denominadas “Europa”, “Héroes” o “George W. Bush”. Cuando le preguntamos a uno de sus habitantes por este último nombre, nos fue bastante sincero. “Por supuesto, todo el mundo odia a Bush, lo cual es algo bueno para la sanidad del país”.
10 – Un idioma bello y misterioso
Georgia no solo tiene su propia lengua, sino también su propio alfabeto. 33 letras y, al menos, 1.500 años de antigüedad (aunque algunos apuntan a que tiene más 4.000).
Es hermosa y misteriosa, y suele rechazar generalmente a las vocales. Para muestra una prueba.
Trata de leer esto y, de repente, verás como es sencillo.
11 – Una gastronomía sobresaliente
Deliciosa. Y citamos a un habitante para ello: “La mayor parte de la alimentación de Georgia se basa en la carne y en las resacas”.
En Georgia encontrarás pan, salsas, pasteles, empanadas, pollo crujiente con salsa de moras, huevos con cilantro y salsa de tomate, carne de cerdo a la brasa, pizza al estilo georgiano, queso relleno de otro queso,… y cien platos más.
Ninguno de ellos son pronunciables en alguno de los idiomas de Europa central, algo que se vuelve aún más complicado cuando conozcas una bebida alcohólica –bastante fuerte- llamada Chacha.
A los Georgianos les encantan las tostadas antes de la cena. Con cada tostada viene un vaso de Chacha. Recuerdo a uno de los organizadores diciendo “este es mi sexta y última tostada, luego comenzamos a comer”. Después de esa, no mucho más.
Preguntamos por qué no todos los habitantes tienen sobrepeso, y la respuesta fue simple: “Porque bebemos mucho vino georgiano con nuestros platos”. Os podemos asegurar de que, cuando estéis allí, todo tendrá su sentido.
Si queréis ofender a la persona que organiza la comida, solo tenéis que ir con algo que no contenga alcohol, por ejemplo, limonada de estragón. Su color es tan verde que la naturaleza no puede producir algo similar, y es muy dulce.
No lo recomendaría, pero a Dan “Jungleman” Cates, le encantó. Mirad más abajo.
12 – Robin Hood era real
Georgia tiene a su propio Robin Hood, pero a diferencia del hombre con medias del bosque de Sherwood, este hombre realmente existió, tanto como en el Siglo XIX.
Su nombre era Arsene de Marabda, y podéis encontrar una estatua suya en la primera capital de Georgia, Mtskheta (pronunciar solo de la manera en la que está escrita).
Este se encargaba de robar a los ricos para dárselo a los pobres, y también luchó contra los rusos. Consecuentemente, fue asesinado por las autoridades.
Un dato curioso: Hay una parte de la película de Mel Brooks de Robin Hood, donde Will Scarlet dice, “Mi nombre completo es Will Scarlet O’Hara. Somos de Georgia”. Extraño, ¿verdad?.
13 – Inundaciones
En verano de 2015, Tiflis fue alcanzada por una marea primaveral, lo cual suena un tanto raro, teniendo en cuenta de que el mar se encuentra a 300 kilómetros de distancia.
Las fuertes lluvias causaron un deslizamiento de tierras en las montañas cercanas a la ciudad, un hecho que pasó desapercibido. Los escombros formaron una presa natural y la lluvia creó un lago.
Al cabo de dos horas, el centro de la ciudad estaba enterrado bajo dos metros de agua y barro. La ciudad se paralizó durante una semana, el tiempo en el que tardaron en limpiar la principal arteria de tráfico de la ciudad, la cual tenía 4 kilómetros de distancia.
El zoológico de la ciudad se inundó. Los animales que no se ahogaron consiguieron escapar y campar a sus anchas por la ciudad. No había cifras oficiales de cuántos animales había por la ciudad… ni en el zoológico en ese momento.
Dos días después, el Gobierno decretó que todos los animales del zoológico, que habían quedado libres, habían sido capturados. Sin embargo, un tigre mutiló a un hombre en un edificio de la ciudad pocas horas después del anuncio.
Un hipopótamo corriendo por la calle principal de la ciudad de Tiflis ha sido una de las imágenes más comentadas. De hecho, ahora la gente se ríe de ello. Pero a partir de la experiencia personal, lo mejor es no decir ningún chiste sobre hienas si vas andando por algún parque con los habitantes de la ciudad.
Conclusiones
Alejandro Dumas, que vivió en la misma casa en Tiflis que Alexander Pushkin, dijo una vez nunca debió haber ido a Tiflis porque la echaría de menos siempre una vez que se fuera.
Suponemos que es una manera poética de decir que, si te gusta la ciudad y los viajes para hacer algo de dinero en el poker, Tiflis debe estar en los primeros lugares de tu lista.