¿Recuerdas cuando James Woods derrotó a Doug Polk? Ha sido uno de los momentos más importantes de la 46ª edición de las World Series of Poker (año 2015). Ambos jugadores de clase mundial coincidieron en la segunda ronda del NL Hold’em Shootout 3.000$.
Ambos jugadores alcanzaron la fase de cara a cara con stacks de 60 ciegas grandes (un número muy alto en poker). Doug Polk es uno de los jugadores más duros del mundo en el juego heads-up, mientras que el actor James Woods tenía una escuela con su nombre en “Padre de Familia”.
A pesar de la alta tensión que había entre ambos, el duelo comenzó de manera tranquila y jovial. Ambos sonreían, bromeaban y compartían risas. Estaban jugando duro, pero eran como amigos, hasta que se abrió un abismo entre ellos y Woods lo cambió todo al decir que había terminado de hablar.
Polk declaró después: “Era un poco frío, pero él tan solo estuvo haciendo eso” (dejar de hablar con él).
El valor de decir “cállate”
Doug Polk: "Era un ambiente frío, pero él solo estaba haciendo su trabajo".
Fue el movimiento más inteligente en una partida que no terminaría ahí. Woods necesitó cuatro horas para escribir la historia de la victoria del más débil. Esto no habría ocurrido si el actor no hubiese tenido el valor de decir a Polk que se callase de una “puñetera” vez. Hace falta mucho valor para decirle a alguien que se calle, que deje de hablar. Puede que al final cese y desista, pudiendo ser perturbado.
Si las palabras no son dichas de manera correcta pueden sonar un poco, llamativo, ordinario e incluso rudo, por lo que no es raro que un jugador de poker, principalmente si es amateur, permita que le toquen las narices hasta que se van (mentalmente) de la partida.
Perder la partida es más aceptable que el hecho de molestar a alguien.
Concentrarse es algo diferente
Desde un punto de vista físico, los seres humanos pueden hacer más de una cosa al mismo tiempo. Yo mismo puedo escribir este artículo y leerlo de forma simultánea. Puedo editarlo mientras me como una pieza de fruta. Puedo rascarme la cabeza y toser.
Pero estar concentrados en dos cosas al mismo tiempo es algo diferente que no podemos hacer. Cuando dejas de observar y analizar el juego de poker, hablando con otros jugadores en lugar de solo prestar atención a lo ocurrido en la mesa, ocurren dos cosas al mismo tiempo.
Primero, comienzas a alternar tu atención subconscientemente entre la gente con la que estás manteniendo conversación y la mano que se está disputando. Segundo, pierdes tiempo mientras cambias dicha atención entre ambas.
Utiliza las fichas “chirriantes”
Sabe cuándo "parlotear" y cuándo estar callado. Cuando no es necesario prestar atención (o concentrarse) a dos procesos diferentes, entonces no es un problema (piensa entre andar y hablar). Pero cuando debes prestar atención a dos aspectos diferentes, el cerebro separará ambas y dividirá la potencia necesaria para completar ambas.
Esta es la razón por la que probablemente mantengas la boca cerrada si tuvieses que caminar entre dos montañas junto a un precipicio o sobre un puente desgastado e incompleto.
Uno de los grandes “talkers” (habladores) es el campeón del World Poker Tour (WPT) y del European Poker Tour (EPT) Roberto Romanello. El galés cree que su uso de este arte es lo que le da su ventaja en las mesas.
Pero hay dos factores importantes que hay que tener en cuenta. Si ves a Romanello con un stack relativamente pequeño observarás que está bastante callado y tranquilo. Según crece su pila de fichas, su “boca” lo hace al mismo tiempo. Él llama a un gran stack “fichas chirriantes” y cuanto más ve que su estrategia afecta a su rival, su lengua se vuelve más suelta. “No utilizo este juego con los mejores jugadores”, comenta Romanello. “Esto no funciona con ellos, tienen demasiada experiencia”.
Mantener la ventaja
Creo, a pesar que hablar en la mesa es una de las mejores herramientas de Romanello, que él pierde parte de su ventaja ya que el cerebro no es capaz de concentrarse en dos tareas con la misma eficacia.
Esta es la razón por la que son vitales dos puntos para Romanello: tener las suficientes fichas como para que su participación en el torneo no se convierta en EV- debido a su distracción y usar esta estrategia contra jugadores débiles para asegurarse que mantiene ventaja contra el rival realizando dos tareas al mismo tiempo.
Esta es la razón por la que a Doug Polk le interesaba hablar con James Woods. Tenía ventaja sobre su rival y si ambos hacían “multi-tasking” (varias cosas a la vez: jugar y hablar), eso no sería mucho problema para Polk. También hay valor en el hecho de que una conversación continua habría creado falta de concentración en Woods.
Seis grados de concentración
Si quieres reducir tus “impuestos” (pérdidas) por hablar en la mesa, debes recordar estos puntos críticos:Recuerda que tu cerebro tiene capacidad de concentración limitada.
- El cerebro tiene una capacidad finita (tiene un límite) para recibir estímulos externos. Cada vez que divides esta capacidad con la adición de una nueva tarea, debilitas la intensidad de concentración para cada una de dichas tareas. Esto te perjudicará.
- Si estás jugando con alguien que habla mucho, puedes tomar ventaja contra él o ella. Tu rival no estará tan concentrado como tú.
- Aprende cuándo es bueno hablar y cuándo es mejor estar callado. Si tienes una pila de fichas realmente grande, estás al inicio de un torneo o juegas contra jugadores débiles, entonces siéntete libre de socializar. Si no es así, mejor estar concentrado al 100% en la mano.
- Si eres mucho mejor que tus rivales, habla con ellos para conseguir más ventaja.
- Cuanto más tiempo inviertas en hablar, más difícil será que encuentres un alto nivel de concentración durante el juego.
- Cuando tu concentración varía entre dos actividades, pierdes tiempo. Los expertos dicen que perdemos el 28% de nuestro trabajo medio cuando estamos realizando más de una tarea al mismo tiempo.
Permitamos que James Woods nos dé una lección
Es difícil decirle a alguien de tu mesa que deje de hablarte, hace que te sientas raro e incómodo. Pero si quieres tener éxito mientras juegues al poker, tienes que aprender a sentirte cómodo dentro de dicha incomodidad.
James Woods fue inteligente y consiguió dar al traste la estrategia de su rival, dándole la vuelta a la situación anímica de la partida. Todo porque no quiso “pagar el impuesto” de hablar en la mesa. Él no lo hizo y tú tampoco deberías hacerlo.