Tengo la experiencia de que jugar en los casinos no es tan rentable como jugar online por dos motivos principales: coste y tiempo. Ir a un casino y jugar en directo supone una gran cantidad de gastos. El dinero del desplazamiento en gasolina, peajes, comida, alojamiento, y también las propinas a los empleados, camareras y la mayor comisión que cobra la sala, todo suma.
Los dólares de bonificación compensan algunos de estos gastos, pero no son suficientes. Además se gasta tiempo. Al igual que la mayoría de la gente, yo no vivo cerca de un casino, y para llegar al casino más cercano de Atlantic City, tengo que conducir una hora de ida y otra de vuelta.
Se trata de dos horas a descontar del tiempo real de juego. Además del tiempo perdido conduciendo, el juego en directo tiene tendencia a ser más lento que el juego online. En condiciones óptimas (con jugadores rápidos y un gran banquero), solo podrás jugar unas 30 manos por hora. En comparación, podrás jugar en cualquier sitio online entre 60 y 80 manos en una hora.
Razones por las que jugar poker online
Así mismo, puedes perder horas esperando para conseguir un lugar en una mesa de casino. La popularidad del póker ha crecido más rápido que la posibilidad del casino para conseguir acomodo, y no resulta raro tener que esperar más de una hora por una mesa, y más de dos horas en fines de semana. Por todo esto prefiero jugar online, y he conseguido mucho mejores resultados online por unas cuantas razones:
- Experiencia - Juego online a diario por lo que estoy habituado. Descubro fácilmente como son los jugadores, y probablemente cuento con más experiencia que los jugadores a los que me enfrento.
- Juego solamente cuando estoy en mis mejores condiciones - La elección de mesa es mucho mejor online, y no tengo que esperar por una mesa. Si me siento y veo que todos los jugadores son buenos, puedo cambiarme inmediatamente. Es mucho más duro hacer eso mismo en un casino. Se considera además una falta de educación levantarse de una mesa cuando se ha ganado mucho en poco tiempo, pero online puedo embolsarme mi dinero y reanudar el juego en otra mesa. Otra ventaja importante es que puedo seleccionar y elegir cuando jugar. Si estoy en casa, puedo jugar un par de manos y pensar: "Sabes lo que te digo, que lo dejo," Puedo parar. Lo mismo pasa si tengo hambre, estoy cansado, ebrio, atontado, enfadado, o triste. No se puede decir lo mismo si estás jugando en un casino, porque has gastado mucho tiempo, energías y dinero para llegar hasta allí.
- Cantidad de fondos - Cuando juego online, no me siento con más de 600$ en una mesa de una vez, mientras que en un casino es frecuente que me siente con 800$ o 1.000$ cada vez. Se tiene mucha más presión cuando me estoy jugando un porcentaje más alto de mis fondos. La última vez que estuve en un casino, pasé en muchas manos y di gracias por no haber estado jugando online, porque podría haberme quedado sin dinero si perdía. Jugar online significa también que tengo acceso a todo mi dinero. En los casinos, solo me permito utilizar el dinero que he llevado, y tener el dinero suficiente es casi tan importante como ser un buen jugador.
- Costumbres - Hay ciertas costumbres que he aprendido de jugar online, pero no necesito descubrir situaciones sociales online. Así que aunque mis conocimientos de la teoría del póker, juegos de cartas y costumbres online han aumentado rápidamente, mi habilidad para conocer a la gente jugando en directo no ha crecido, en realidad puede que incluso haya decrecido. Las experiencias de jugar online suponen ventajas y desventajas cuando se transfieren a los juegos en directo. Por ejemplo, tengo el don de las caras y de los comportamientos jugando en directo, pero no necesito ver las caras para jugar en mi ordenador. Por otra parte, percibo menos costumbres verbales y maneras porque acostumbro a jugar en solitario y en silencio.
- Paciencia y gestión del tiempo - Como dije antes, los juegos online van mucho más rápido que los juegos en directo. Soy también capaz de jugar online simultáneamente en dos mesas en continuo movimiento. Cuando alguien está acostumbrado a la acción constante y juega posteriormente en un casino donde hay tantos tiempos muertos, puede acabar jugando flojo y forzando cosas inexistentes. Eso puede llevar al suicidio en el póker y a sesiones con pérdidas.
- Nivel de habilidad - Pienso que los jugadores online tienden a ser peores jugadores que los del casino. El factor de deshumanización del ordenador hace que buenos jugadores jueguen pobremente, y cuando se combinan con jugadores que son habitualmente malos, el resultado es francamente bueno para alguien como yo que ha perdido y superado el efecto deshumanizador del ordenador. Por contra, los casinos en lugares como Atlantic City atraen a los tiburones que juegan a su nivel más alto y devoran los peces, por lo que hay menos oportunidades para que los jugadores malos puedan adquirir experiencia y ganar algo de dinero. Aunque cada jugador tiene sentimientos distintos sobre las ventajas y desventajas entre jugar online y jugar en casino, espero que las comparaciones personales que he hecho de los dos tipos de póker ayuden a arrojar alguna luz sobre sus diferencias y lo que cabe esperar de ambos. Nos vemos en las mesas.